#1 LIMPIÁ tu piel

Prepará tu piel con una limpieza para empezar tu rutina.

#2 TRATÁ tu piel

Elegí los productos que tratarán los aspectos específicos de tu piel que quieras mejorar.

#3 HIDRATÁ tu piel

Hidratá tu piel para brindarle el equilibro de humedad que necesita.

#4 PROTEGÉ tu piel

Protegé tu piel de los daños que producen los rayos solares.

1. ¿Son necesarios todos estos pasos en mi rutina?

LIMPIÁ > Es importante que tu piel siempre esté limpia no solo para tener una apariencia saludable sino para permitir que el resto de los productos de la rutina se absorban de manera correcta y funcionen eficazmente. Además, el maquillaje se asienta mejor sobre una piel limpia y preparada. Es importante eliminar impurezas como suciedad, sudor, protector solar y maquillaje. Este paso se hace tanto a la mañana como a la noche.

TRATÁ > Estos productos serán los encargados de tratar los problemas puntuales que tenga la piel y es otro de los pasos fundamentales en la rutina. Dependiendo del producto, será la indicación de uso: diariamente, semanalmente o según se indique en el modo de uso. Acá podemos encontrar tónicos, serums, contornos de ojos y exfoliantes.

HIDRATÁ > Es indispensable tener una correcta hidratación dependiendo de tu tipo de piel. Hay distintas opciones de texturas y si el producto tiene un componente que no es compatible con la luz solar, deberá usarse siempre por la noche.

PROTEGÉ > Todas las rutinas de día deben finalizar con un protector solar. Los rayos UV dañan la piel y son la principal cause de muchos problemas tales como arrugas, manchas oscuras, pérdida de firmeza, entre otros.

2. ¿En qué formatos vienen estos productos y cómo se usan?

LIMPIÁ > Los limpiadores a base de aceite o bálsamos son especialmente útiles para limpiar el protector solar y el maquillaje (especialmente si es a prueba de agua o larga duración). Los limpiadores en gel y en espuma también eliminan el exceso de grasa y la acumulación diaria, dejando la piel con una sensación fresca y limpia. Algunos limpiadores, además, pueden exfoliar o remover maquillaje.

TRATÁ > Dependiendo de la necesidad y los activos que tenga el producto, será su fórmula y presentación. Los sueros suelen estar formulados para abordar diversos problemas de la piel y suelen utilizarse a diario. Las mascarillas pueden tener activos más concentrados y suelen usarse 1 a 2 veces por semanas. Los exfoliantes eliminan las células cutáneas acumuladas y dejan la piel con un aspecto más suave y brillante. Dependiendo de sus componentes será la cantidad de veces por semana a utilizar y algunos son específicamente para la noche. Las cremas para los ojos están formuladas para tratar esa zona tan delicada del rostro y se recomienda utilizarlo a diario.

HIDRATÁ > Los hidratantes son esenciales ya que ayudan a obtener un equilibro de humedad en la piel, haciéndola lucir tersa y vivaz (reforzando la barrera cutánea). Estos productos vienen en una variedad de texturas para funcionar con diferentes tipos de piel. Las lociones y geles ligeros son ideales para la piel más grasa, mientras que las cremas ricas calman la piel seca. Es importante extender este paso (y todos) hasta el cuello y escote, no solo el rostro.

PROTEGÉ > Existen protectores solares minerales y químicos. Los filtros minerales (óxido de titanio y óxido de zinc) se encuentran en la superficie de la piel creando una fina barrera física que refleja los rayos ultravioleta del sol. Las pieles sensibles y propensas al acné pueden preferir esta fórmula. Los filtros químicos (avobenzona, octinoxato) penetran en la piel y generalmente son livianos y casi invisibles. Si bien hay productos de maquillaje y tratamiento que tienen protección solar, esto no reemplaza el uso específico de un protector. Si tu piel tiene tendencia a mancharse, se recomienda utilizar un protector solar con color.

3. ¿Qué sucede si omito algún paso en mi rutina?

Todos los pasos son indispensables, porque cada uno aporta algo específico para tu piel.

LIMPIÁ > No importa si usás makeup o no, la piel está en constantes procesos tanto de día como de noche y una buena limpieza te ayudará no solo en la higiene, sino a preparar la piel para los pasos siguientes y así, hacer que los demás productos se absorban adecuadamente.

TRATÁ > Estos productos suelen tener activos para necesidades específicas. Conocer cuál es la necesidad de tu piel, te ayudará a encontrar el producto ideal. Si no tenés ninguna necesidad específica, tu piel estará feliz de sentirte tratada diariamente para prevenir así futuras preocupaciones.

HIDRATÁ > Todas las pieles necesitan hidratación diaria, es importante que encuentres un producto con la textura que mejor funcione en tu piel. Hay quienes prefieren texturas más ligeras y a hay quienes prefieren texturas más pesadas.

PROTEGÉ > Todas las rutinas de día deben finalizarse con un protector solar adecuado ya que es la única manera de proteger a la piel de la exposición solar.

4. ¿En cuánto tiempo puedo notar resultados?

Si bien puede haber productos específicos que tengan resultados más inmediatos (una mascarilla refrescante o un producto que trate el acné), cada uno de ellos tendrá indicaciones específicas en cada caso. Es importante considerar que para conseguir resultados notables las rutinas deben sostenerse en el tiempo y se recomienda, al menos, hacer un uso completo del producto.